martes, 10 de mayo de 2011
CUENTOS QUE CURAN
Dicen que una vez, en un país cercano, acudió a un hospital un niño muy preocupado.
“¿Y por qué estás aquí?” Preguntó el doctor “¿Puedo hacer algo por ti?”
“¡Estoy seguro que sí!” contestó el niño con gran frenesí.
“Pues ¿qué puedo hacer?, cuál es el problema debo yo saber”.
"No he escuchado un cuento, en ningún momento".
“Es imposible cariño” dijo el doctor al niño
“No he escuchado ni un cuento, juro que no miento”.
“¿De príncipes enamorados o sapos encantados?”
El niño callaba, nada contestaba.
“¿De bellas princesas o hadas traviesas?”
El niño callaba, nada contestaba.
“Para este malestar, no se bien que recetar”
Mirando al doctor muy fijo, el niño muy fuerte dijo:
“Se que además de doctor, es Ud. Un gran lector”
“¡Pues vaya tienes razón, ya encontré la solución!”
“¡Este es un problema grave, enfermera tráigame la llave!”
La enfermera presurosa, le dio la llave maravillosa
Con un poco de temor, miró el niño al doctor
“¿Tiene una llave que cura, como lo hace una vacuna?”
“¿Y qué debería hacer, como remedio beber?”
“¡Pero qué idea tan loca! Haremos ya otra cosa
Pasaremos una puerta que dejaremos abierta”
“¿La sala de operaciones? Tengo miedos a montones”
“Se trata de otro lugar, que también te va a curar"
Mi biblioteca abriré y sus libros te prestaré”
“Leerás hasta cansarte, y así lograré curarte
Pondré a tu disposición, mi valiosa colección”.
El niño entró de su mano y quedó maravillado
El mundo de la lectura, muchos malestares cura
Y el niño así fue feliz, sin comer ni una perdiz
Y colorín colorado, el pequeño fue curado.
Liana Castello
“¿Y por qué estás aquí?” Preguntó el doctor “¿Puedo hacer algo por ti?”
“¡Estoy seguro que sí!” contestó el niño con gran frenesí.
“Pues ¿qué puedo hacer?, cuál es el problema debo yo saber”.
"No he escuchado un cuento, en ningún momento".
“Es imposible cariño” dijo el doctor al niño
“No he escuchado ni un cuento, juro que no miento”.
“¿De príncipes enamorados o sapos encantados?”
El niño callaba, nada contestaba.
“¿De bellas princesas o hadas traviesas?”
El niño callaba, nada contestaba.
“Para este malestar, no se bien que recetar”
Mirando al doctor muy fijo, el niño muy fuerte dijo:
“Se que además de doctor, es Ud. Un gran lector”
“¡Pues vaya tienes razón, ya encontré la solución!”
“¡Este es un problema grave, enfermera tráigame la llave!”
La enfermera presurosa, le dio la llave maravillosa
Con un poco de temor, miró el niño al doctor
“¿Tiene una llave que cura, como lo hace una vacuna?”
“¿Y qué debería hacer, como remedio beber?”
“¡Pero qué idea tan loca! Haremos ya otra cosa
Pasaremos una puerta que dejaremos abierta”
“¿La sala de operaciones? Tengo miedos a montones”
“Se trata de otro lugar, que también te va a curar"
Mi biblioteca abriré y sus libros te prestaré”
“Leerás hasta cansarte, y así lograré curarte
Pondré a tu disposición, mi valiosa colección”.
El niño entró de su mano y quedó maravillado
El mundo de la lectura, muchos malestares cura
Y el niño así fue feliz, sin comer ni una perdiz
Y colorín colorado, el pequeño fue curado.
Liana Castello
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1 comentario:
nice entry
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