"Hay cuentos para cada momento,
cuentos para cada estación:
los cálidos cuentos para el largo invierno,
cuentos azules, rojos, verdes y violetas para la primavera,
el verano trae adivinanzas, bromas y chistes
y las grandes epopeyas se cuentan en otoño.
Pero aqui y ahora,
en aquel trópico, atravesado por el dolor y la pasión,
la tradición quiere que cuente
los cuentos del amor.
Los Cuentos del Espíritu... para pensar y para amar mejor..".

Nicolás Buenaventura Vidal, in espectáculo "Cuentos del Espíritu", Festival Internacional de Teatro de Almada (Portugal, Julho, 2007).


Si quieres un adulto con pensamiento creativo, de pequeño cuéntale cuentos. Si lo quieres, además sabio, cuéntale más cuentos. Albert Eisnstein

lunes, 5 de julio de 2010

EL PAPEL ARRUGADO


Mi carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.

Un día mi consejero, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso.
Y entonces me dijo: Estrujalo, Asombrado, obedecí e hice una bola con él papel.

Luego me dijo:
Ahora dejalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba.
Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.

Entonces mi consejero hablo:
“El corazón de las personas es como ese papel.
La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel.
“Aunque intentemos enmendar el error, ya estará “marcado”.

Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo mas triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.

Desde hoy, se más compresivo y más paciente, pero en especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haria un valiente, Pide perdón y reconoce tu error.

Cuando sientas ganas de estallar recuerda “El papel arrugado”.

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